Poderoso.
¿Cuándo fue la última vez que alguien usó esa palabra para describirlo?
No hace ningún sentido que el Dios todopoderoso tenga hijos que se caracterizan por tener miedo e inseguridad. Él colocó su Espíritu en nosotros para que podamos ser conocidos por su poder (Hechos 1:8, 2 Timoteo 1:7). Tristemente a muchos creyentes e iglesias se les conoce por su talento o intelectualismo, en vez de por su poder sobrenatural. Lo que es peor es que eso está bien con nosotros.
¿Será que nos hemos olvidado de Aquél que nos distingue de toda religión y culto en el mundo?
A través de una sólida base bíblica y una convincente narrativa, el sorprendente autor Francis Chan nos lleva de nuevo al Espíritu Santo como la Biblia lo describe. Nos recuerda que no fuimos creados y salvados para meramente subsistir nuestro tiempo en la tierra. Chan sostiene que hemos ignorado al Espíritu y estamos cosechando los desastrosos resultados.
Llegó el momento que la amada Iglesia de Jesucristo le dé un revés a la tendencia de negación. Busquemos la efectiva vida llena del Espíritu que Dios y nosotros deseamos.
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