Vivimos una época en la cual la música contemporánea ha entrado en la Iglesia con tal fuerza que da la sensación de acaparar el culto cristiano desvirtuando por entero su propósito y verdadero sentido original. A veces resulta difícil diferenciar un culto de un concierto y dirimir si el objetivo fundamental es agradar a Dios o complacer al público asistente.
Hay abundancia de libros y materiales que tratan sobre la manera de hacer los cultos más agradables a los oyentes. Este libro es distinto. Aporta un método integral y práctico de diseñar el culto, pero partiendo de un argumento central: que la adoración congregacional cristiana es un don instituido por Dios para potenciar comunitariamente nuestra relación con él y con los demás. Por tanto, se hace a Dios, con Dios, y para Dios. En consecuencia, ante todo es indispensable saber lo que Dios espera de ella. Aquí es donde hemos de establecer los fundamentos de nuestro edificio de adoración y rematar los adornos del tejado si pretendemos que nuestra adoración sea real y efectivamente adoración cristiana.
Se trata pues de un libro para pastores, ministros de música y directores de adoración, -bien sean estudiantes de seminario o líderes ministrando en las iglesias locales-, deseosos de aprender a planificar y dirigir cultos con verdadero poder de lo alto: válidos para el Dios a quien servimos a la vez que atractivos para la comunidad cristiana en la que se generan. La autora recurre para ello la metáfora de la construcción de un edificio: desde los cimientos a los adornos que rematan el tejado En su visión, las tareas del líder o planificador de los cultos en la iglesia y las del arquitecto son muy parecidas (1 Corintios 3:10; Hebreos 3:4). Y la analogía aporta un esquema muy clarificador sobre el proceso de preparar cultos de adoración que alcancen los objetivos previstos.
Con esta idea en mente, divide la obra en cuatro partes o fases principales en el proceso de construcción con diversos capítulos temáticos en cada una de ellas:
Primera Fase: Los cimientos de la adoración - Bases bíblicas.
Segunda Fase: La estructura de paredes, pilares y columnas - Orden del culto.
Tercera Fase: Puertas y ventanas - La comunicación y encuentro con Dios.
Cuarta Fase: La cobertura - Dando al culto un estilo: la música.
Quinta Fase: Los adornos y remates - Ambiente acogedor.
que completa con dos Apéndices prácticos:
A. Diez pasos básicos para planificar un culto poderoso.
B. Test para el diseño de un culto poderoso.
Viene especialmente estructurado como libro de texto para su uso didáctico en clases, seminarios y cursos de capacitación ministerial: cada capítulo está precedido por una batería de preguntas para posterior debate, y concluye con un resumen de los puntos y términos clave, así como sugerencias para profundizar en el estudio. Lo que no quita el valor de su lectura individual como tampoco el de su uso modular para consulta sobre un tópico determinado.
Uno de sus principales valores radica en que no ha sido pensado ni escrito para una denominación en particular en un tono y vocabulario que solo predique a sus respectivos coros. El enfoque es general y amplio. El propósito es ayudar a los líderes cristianos contemporáneos a concebir la planificación de sus respectivos cultos dentro de en un marco de equilibrio y respeto a los principios bíblicos, a la historia de la liturgia en la Iglesia cristiana, y a la realidad social del siglo xxi. Su propuesta es una adoración bíblica pero actual, agradable a Dios a la vez que motivadora y atractiva para los que participan en ella. Y en este sentido, tanto valor aporta a un clérigo anglicano como al líder de alabanza de una congregación pentecostal. Inevitablemente, la autora escribe desde su propio contexto cultural wesleyano, pero los principios que establece son fácilmente adaptables y conducen (a través de estilos que incluyen lo tradicional, lo contemporáneo y la compaginación de ambos) a propuestas aplicables al culto de cualquier denominación cristiana.
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