Biografía de Juan Calvino y Libros disponibles
Juan Calvino nació el 10 de julio de 1509 en Noyon (Francia), en el seno de una familia burguesa. Destinado a la carrera eclesiástica, estudió en el colegio de Montaigu (París), obtuvo varios beneficios, cursó Derecho en Orleans (1592) y Bourges, y el griego y el hebreo en París (1531).
Calvino era filosóficamente nominalista, discípulo de Ockam; como humanista un enamorado de las doctrinas estoicas: publicó un comentario sobre el Tratado de Clementia de Séneca en 1532; y como jurista estaba formado en la lógica romana. En París conoció a Melchol Wolmar, famoso helenista y simpatizante de las ideas luteranas, y se dedicaba al estudio de la Biblia, gracias a su amistad con Roberto Olivetan, primo hermano suya, y más tarde traductor de la Biblia al francés.
En 1534 se unió al luteranismo del grupo francés, renunció a sus beneficios y, por su ataque a la teología escolástica y su defensa de la “filosfoía cristiana”, mediante su amigo Miguel Cop, rector de la Universidad de París, que les valió la condenación por herejes, huyeron a Estrasburgo, donde en sus preocupaciones religiosas es patente la influencia del reformador Martín Bucer (1491-1551) y de san Agustín.
En marzo de 1536 publica en Basilea su primera edición de
Institución de la Religión Cristiana, que traducida al francés en 1541 y muchas veces reeditada, se convirtió en el manual de los reformadores. “Es un sistema de teología cristiana tomando en cuenta sólo las Escrituras como la suprema autoridad y al Espíritu Santo, como guía en la interpretación de la verdad cristiana, en vez de la autoridad de la iglesia de su tiempo; sin dejar de respetar, por esto, las opiniones de los grandes padres de la iglesia” (John A. Mackay, v.). La Institución sólo es comparable a la Suma Teológica de Aquino de antaño y a la Dogmática de Karl Barth hoy. Fue traducida al castellano por Cipriano de Valera (v.).
Teniendo que pasar por Ginebra, donde quería detenerse una sola noche, llegó a oídos de Guillermo Farel la noticia de que se encontraba en la ciudad el autor de la Institución, el cual vio que Calvino era el hombre más indicado para “defender las nuevas creencias contra los ataques de dentro y de fuera, y armonizar la reforma de las costumbres con la reforma religiosa”. Calvino se resistió a la propuesta, alegando tener necesidad de más tiempo para formarse mejor, pero no le valió de nada. Tuvo que darse por vencido ante la presión de Farel: “¡Que Dios maldiga tu reposo —le dijo— y tus estudios, si en semejante trance rehusar venir en nuestra ayuda!”
De esta manera se inició la obra ginebrina del gran reformador. Excepción hecha de un breve plazo de destierro (1538-41), Calvino consagró a la ciudad todo el resto de su vida. En agosto de 1540 contrajo matrimonio con Idelette de Bure, en lo que fue un matrimonio feliz, con la única sombra de las muchas enfermedades de Calvino. “En su caso, como en el de infinidad de fieles hijos de Dios, las cadenas y las llamas fueron sustituídos por enfermedades, disgustos, contrariedades y penalidades diversas; pero eran y son parte de la misma misma prueba de fe.
La fe de Calvino era muy fuerte; por consiguiente quiso el Señor hacerle un ejemplo a millares que tendrían que honrar a Dios sufriendo pruebas y ser espectáculo aleccionador a los hombres y a los ángeles, de su entera confianza, amor y sumisión al Padre celestial (Samuel Vila).
Calvino aborda de nuevo el fondo común de la Reforma: La Escritura como única fuente de autoridad divina, el rechazo de la tradición, el cristocentrismo, la omnipotencia de la gracia, la justificación por gracia mediante la fe, la refutación de los sacramentos no instituidos directamente por Cristo, del celibato eclesiástico, de los votos monásticos, del culto a la Virgen y de los santos, y de las imágenes. Pero la gran preocupación de su amor a Dios consiste en que nada pueda empequeñecer a Cristo ni a Dios. Dios debe ser el centro de todo. Calvino profesa un teocentriscimo.