Este es el primer libro del autor. No te lo pierdas. Reunir humor negro, cuestiones existenciales y fe de esta manera no se había visto nunca antes. Tres meses después de salir en Suiza, ya era una superventa de la autoedición. Más de 60.000 ejemplares vendidos en ocho idiomas (hasta en mandarín). Obtuvo una mención especial : el Premio internacional del cómic francófono cristiano de Angoulème.
Un humor negro, con un grafismo y colores del mismo tono para hablar de todas esos prejuicios que tenemos sobre Dios, la muerte, la religión, los hombres. Es novedoso, conmovido, divertido y sincero. Una sinceridad que se desprende y desestabiliza las certidumbres del lector, ateo o no.
Aviso, la lectura de este comic podría ocasionar un cambio de vida.
"Persuasivo, generoso, inventivo, poderoso, pillo y gracioso, creyente, visionario, estupendo y con un corazón que no le cabe en el pecho..." Michael Lonsdale.
"Las naciones, los pueblos, los dirigentes, la iglesia, los hombres, las mujeres, a menudo nos riegan con ideas bien pensadas, ideas que tratan de meternos en un molde, ideas que nos obligan a pensar todos de la misma manera sin hacer muchas preguntas. ¡Ay! ¡¡Dios mío!! es a mi parecer, el cómic espejo que todos deberían leer con el fin de poder tener menos ideas preconcebidas." Paul Freiburghaus.
"... Hmm... bueno, y bien yo... en fin, yo he..." Albert Auderset (El Valero)
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