Conocer a la autora ya nos dice algo de su obra. Desde el primer momento, Lourdes Colomés impresiona grandemente por la sensación de paz que irradia con su presencia. En su palabra serena se aprecia el equilibrio de las emociones y en el azul transparente de su mirada, una sinceridad que, filtrando sinsabores, nos obsequia con verdades de pulidas aristas para que nadie pueda sentirse molesto.
Dice la autora: Llegó un día en que decidí romper mis diarios en los que no deseaba guardar ni recordar los sucesos ingratos de mi vida, porque ya era parte del pasado. Pero había algo entre tanto escrito que resultaba muy querido para mi y confeccioné de puño y letra el libro que usted tiene en sus manos, despreciando el resto, es decir, sólo quise conservar para mí y los míos, lo más hermoso de mi vida, que fue encontrar al Dios único y verdadero: Jesucristo.
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