Necesitamos algo más que una fe diluida y descafeinada. NECESITAMOS LO AUTENTICO.
Casi todos los alimentos y bebidas de hoy tienen una versión "light"; las papas fritas, la crema batida, el jarabe de arce, las gaseosas, las bebidas... Incluso puede que haya escuchado campañas publicitarias sobre algunos de estos donde aluden a un sabor "mas suave y liviano".
Muchos de nosotros hemos adoptado esta misma actitud, algunas veces sin darnos cuenta, y lo aplicamos a nuestra fe. Queremos las bendiciones, pero sin la obediencia. La comodidad sin el sacrificio. La felicidad sin el arrepentimiento. Como resultado de esto, hemos aguado, descafeinado y diluido el mensaje del evangelio hasta llevarlo a no tener ningún efecto en nuestras vidas o la vida de otros.
En Cristianismo Light, Glen Beteau nos hace un llamado al mensaje del evangelio completo; Jesús no vino para mejorar nuestras vidas normales, egoístas y pecaminosas. Vino para transformar radicalmente lo que conocemos. Este camino estrecho, el camino de la obediencia inspirada en la gracia, es el único camino para encontrar al verdadero Jesús, un verdadero significado, una esperanza real y una vida en la cual vivamos auténticamente.
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