La Palabra de Dios siempre nos reserva sorpresas. Quizás usted lee la Biblia desde hace muchos años y conoce la mayoría de sus historias. Los siglos han pasado pero la humanidad sigue sin resolver sus principales problemas. Los interrogantes espirituales continúan siendo los mismos. El hombre necesita la luz de la Palabra porque vive en oscuridad a plena luz del día.
En los capitulos de este libro encontrará el relato de distintas historias de hombres y mujeres enfrentaron problemas similares a los suyos y a los míos: temores, enfermedades, peligros, pérdida de seres queridos y muchas otras adversidades. Su testimonio no ha llegado a nosotros por casualidad, sino porque Dios quiere que conozcamos más acerca de su carácter y sus demandas.
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