Algunas cosas son clarísimas en la Palabra de Dios. Lo primero que es evidente es que solo se puede ser salvo e ir al cielo mediante la fe en el Señor Jesucristo. Lo segundo que es absolutamente claro es que todo cristiano ha recibido dones espirituales para llevar a cabo las tareas que Dios ha dado a cada uno de nosotros. Lo tercero que es clarísimo es que, al igual que el Señor Jesucristo, nosotros debemos “buscar y salvar lo que se había perdido”.
Darrell Robinson ha reunido estas tres verdades en un fabuloso libro titulado Descubra y use sus dones.Un enfoque bíblico a los dones espirituales. Su tesis es simple: cualquier don especial que Dios le haya dado puede usarse, debería usarse, y en verdad debe usarse, para cumplir con la Gran Comisión y traer a la gente al conocimiento salvador de Jesucristo. Muchos libros se han escrito acerca de los dones espirituales. Muchos libros se han escrito sobre evangelismo. Este es el primer libro que nos instruye de una manera práctica acerca de cómo poder usar cada don espiritual para cumplir con la Gran Comisión y traer a la gente al conocimiento salvador de Jesucristo.
Contenido del libro
Introducción: Los dones de la Gran Comisión
Capítulo 1: Los dones del cuerpo de Cristo
Capítulo 2: La fórmula del poder de Dios
Capítulo 3: Enfocándose en los dones
Capítulo 4: Entienda bien sus dones
Capítulo 5: Los dones de señales prodigiosas en acción
Capítulo 6: Los dones de apoyo equipan y capacitan
Capítulo 7: Los dones de servicio llevan a cabo lo que hay que hacer
Capítulo 8: Use sus dones para testificar de Jesús
Capítulo 9: Descubra y use sus dones con amor
¿Por qué es diferente este libro a otros sobre los dones? Este libro abarca todo lo anterior y más en tres grandes temas:
1. Un enfoque bíblico sobre los dones espirituales.
2. Una guía para descubrir el don o los dones de cada persona.
3. Un modelo de cómo usar cada uno de los dones para la evangelización.
A través de este enfoque bíblico y fresco usted descubrirá que todos los dones se han dado para capacitar al seguidor de Cristo de modo que funcione con salud y eficacia en el cumplimiento de la Gran Comisión. No solamente se verá entusiasmado por descubrir sus dones, sino que se verá impulsado a ejercerlos de una manera dinámica que realmente marque una diferencia en el mundo.
Usted tiene dones espirituales, pero ¿sabe a quién le pertenecen? Le pertenecen al cuerpo de Cristo. Los dones espirituales fueron dados al cuerpo. Tres pasajes importantes en el Nuevo Testamento tratan del tema de los dones espirituales. Los tres se presentan en el contexto del énfasis en el cuerpo colectivo de Cristo. Los dones se mencionan en otros lugares pero se tratan en forma más extensa en el contexto de tres pasajes sobre la “vida del cuerpo”: Romanos 12; 1 Corintios 12 y Efesios 4:1-16. Se mencionan diferentes dones y se ofrecen verdades acerca de cómo se debe usar cada uno de ellos.
Entender y utilizar eficazmente los dones espirituales se lleva a cabo mediante el ministerio y el testimonio activo de las iglesias locales. En las iglesias se desarrolla el trabajo en equipo, y en las iglesias los miembros usan sus dones para complementarse entre sí en la obra del ministerio.
¡Pero la iglesia no es un sitio al que asistimos! La iglesia es lo que somos. ¡Nosotros los cristianos somos la iglesia! La iglesia es gente. No es edificios. Ni tampoco organizaciones. Es gente, gente que ha recibido a Jesucristo en su vida como Señor y Salvador. La iglesia es gente que testifica de Cristo en compañerismo unos con otros. Es gente que testifica de él con aquellos que están perdidos. ¡La iglesia es gente que testifica de Jesús!
En el Nuevo Testamento, la palabra griega que se traduce como “iglesia” es ekklesia. Es una palabra compuesta constituida por ek, una preposición que significa “salir de”, y el sustantivo kaleo, que quiere decir “llamar”. De modo que la palabra iglesia significa “los llamados a salir”. La iglesia es gente que ha sido llamada a salir del pecado a la salvación, de la muerte a la vida, del infierno al cielo, de ser esclavos de Satanás a servir al Salvador.
Nuestro enfoque debe estar en el Dador de los dones espirituales, no en los dones en sí. El Dador es el Dios trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios, el Padre, de tal manera amó al mundo que dio a su Hijo unigénito, Jesucristo, para que pudiéramos nacer del Espíritu Santo. Dios, el Espíritu Santo, quien vive dentro de nosotros, nos da dones como creyentes para hacer posible que glorifiquemos al Hijo y llevemos a cabo su misión en esta tierra.
Dios ha dado dones espirituales al cuerpo de Cristo con el propósito de edificarlo para que pueda cumplir con la misión de Cristo. Cada miembro de ese cuerpo tiene dones para usar en equipo con otros miembros, con el fin de exaltar al Salvador, equipar a los santos y evangelizar al pecador.
El doctor Darrell W. Robinson es un fiel siervo del Señor cuya pasión es guiar a sus hermanos a testificar de Cristo. Es autor de La evangelización, prioridad uno (publicado por Editorial Mundo Hispano), y su ministerio es reconocido internacionalmente.
0
0 opiniones