Tercer libro que Juan Antonio Monroy ha escrito sobre temas relacionados con la juventud.
El título se ha tomado del Salmo 110:3: "Desde el seno de la aurora tienes tú el rocío de la juventud".
Citando a Spurgeon traducido por Eliseo Vila: Dios quiere que los jóvenes, "por su lozanía, hermosura y pureza, sean como las gotas de rocío, que parecen seguir misteriosamente el seno de la nada... Una metáfora adecuada pues estos jóvenes centellean vivamente como el rocío por la mañana; y así como el rocío es frescor, también lo son estos convertidos, que llenos de vivacidad juvenil refrescan la Iglesia para que florezca esplendorosamente".
Los jóvenes son gotas de rocío en la Iglesia seca. Como el rocío que desciende de Hermón hasta los montes de Sion, según el Salmo 133.
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