Se trataba de arte y de teatro al mismo tiempo, pero era más. Fue lo que Jesús no dijo lo que esa mañana habló de modo más convincente a la muchedumbre. Aquello constituyó una copa de agua fría para una adúltera sedienta y un baño helado en el rostro para un grupo de fariseos iracundos.
Hasta el día de hoy no tenemos la más mínima idea de qué fue lo que Jesús escribió dos veces en la arena. De manera general, a través de los siglos los comentarios han hecho la pregunta indebida. Insisten en el contenido, en lo que Jesús pudo haber escrito. Preguntan ¿qué?, sin comprender siquiera que la verdadera pregunta es ¿por qué? Lo que importa no es el contenido sino por qué Jesús lo hizo. Inesperadamente. Irritantemente. Creativamente.
Cantante, compositor y concienzudo estudiante de la Biblia, a Michael Card se le conoce por la profundidad de sus poemas líricos y por su arte musical. Pero más importante que las canciones que ha compuesto es la fuente de su inspiración: la creatividad personificada en Jesucristo, la Palabra encarnada de Dios.
Card explora en este libro los fundamentos bíblicos de la verdadera creatividad cristiana. Sea que nos veamos como creativos o no, todos estamos hechos a la imagen de nuestro Dios creador; por tanto, la creatividad es una expresión vital de nuestro discipulado. Con Jesús como su modelo, Card muestra cómo entender la imaginación creativa de Dios lleva a una vida de humildad, obediencia y servicio. Además, nos invita a seguir el llamado creativo del Señor por medio de adoración y comunidad.
Dios nos ha hablado a través de Jesús en un mensaje comprensible. Asimismo, Michael Card ha expresado a los demás la historia de Jesús por medio de sus propias palabras en la arena. Este libro nos muestra cómo podemos hacer lo mismo.
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