Creo que no soy un buen cristiano... ¿Te identificas con alguna de las frases siguientes?
Espiritualidad sin hipocresía es un libro escrito para la mayoría de cristianos que en silencio nos hemos convencido de que simplemente no vivimos bien el cristianismo.
Michael Yaconelli se anima a sugerir que la imperfección, la falta de acabado y el desorden son en realidad señales del verdadero cristianismo también.
¿Qué tal si la fe genuina comienza admitiendo que nunca tendremos nuestra vida completamente organizada? Tal vez los discípulos desordenados son exactamente la clase de gente imperfecta por la que Jesús vino a la tierra, y de cuya compañía en realidad disfrutó y todavía disfruta. Si tú quieres encontrar a Jesús hoy en día, búscalo en medio de creyentes agotados, de inadaptados morales, de incompetentes religiosos... de hombres y mujeres cuyas vidas son... bueno... desordenadas...
Espiritualidad sin hipocresía es un fuerte antídoto para el perfeccionismo espiritual que está en todos nosotros. Aquí hay verdades que pueden desprenderte de la tiranía de los deberes y abrir tus ojos a la profunda espiritualidad de ser amados (incluidos tus defectos) por el Dios que se encuentra contigo y te transforma en medio de una vida desordenada e impredecible.
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