"Gracias a sus heridas fuimos sanados" - Isaías 53:5
Somos personas heridas. Éste es un mundo caído donde se lastima y se explota a la gente. Los niños sufren abusos. Los matrimonios se disuelven. No afligen toda clase de tragedias, y no sólo a nosotros, sino también a nuestros seres queridos. Parece que las heridas son simplemente un hecho de la vida.
Sin embargo, en medio de nuestro sufrimiento, no estaos solos. Aún a pesar de todas nuestras lesiones emocionales, psicológicas y físicas, Dios no nos ha abandonado. Dios no se encuentra lejos ni distante. Por el contrario, gracias al ministerio de Jesús, Dios ingresa a las situaciones angustiosas para sanarnos y redimirnos.
Stephen Seamands, logrando un equilibrio entre su sólida exposición bíblica y su tierno cuidado pastoral, examina las profundas implicancias de la crucifixión de Jesús para sanarnos y restaurarnos. Gracias a que Jesús experimentó abuso, vergüenza y rechazo. él comprende el dolor que experimentamos hoy día. Y la forma en que él respondió al dolor y al sufrimiento nos da la esperanza de que nosotros podamos experimentar también perdón y vida nueva.
Colmado de historias reales de quebranto y sanación, este libro le ofrece consuelo a las almas heridas. Además, el saber que Dios no sólo comprende nuestro dolor sino que también ha hecho algo al respecto. Nos infunde ánimo. Aquí encontramos la promesa de que las heridas de Jesús son heridas que sanan.
Páginas: 207.
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