En una sociedad en que la afirmación de que podemos conocer la verdad absoluta se rechaza como ridícula, y las normas morales se desdeñan si interfieren con el disfrute personas, la Iglesia está amenazada de dos maneras. Cansada de nadar contra corriente, puede ser tentada a abandonar su compromiso con las normas bíblicas de conducta y con la singularidad de Cristo como el único Señor y Salvador en la búsqueda de aceptación social. Al mismo tiempo, en su anhelo de ver a Dios obrando en el avivamiento y su deseo de tener éxito, los cristianos pueden estar abiertos a aceptar cualquier cosa que cause sensación y atraiga a las multitudes, aun si se apartan del Evangelio bíblico.
La epístola de Judas fue escrita para combatir la falsa enseñanza que, de muchas maneras, encierra los peores peligros que afrontan la Iglesia y el Evangelio bíblico hoy. John Benton apremia a sus lectores a recuperar la visión de Judas en cuanto a la contienda por la fe, no simplemente de forma intelectual, sino con una vida cristiana responsable y un cristianismo práctico y amante hacia los que han sido descarriados.
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