"Teme a Dios y obedece sus mandatos, porque ese es el deber que tenemos todos." Eclesiatés 12:13
Desde el comienzo de la historia de la humanidad Dios quiso vivir en íntima comunión con los hombres; han sido varias la maneras en que Él ha querido darse a conocer y manifestar su presencia, pero hay una condición que va junto a eso: el temor del Señor.
Juan Carlos Manzewitsch nos hace una invitación a atrevernos a seguir las huellas hacia una vida verdaderamente tranformada, para lo cual necesitamos "revelación" e "iluminación". La primera, es la condición por la cual Dios se deja hallar y se hace escrutable. La segunda, es la obra del Espíritu Santo que nos ayuda a ver lo que Dios quiere mostrarnos.
Pidamos al Espíritu Santo que encienda la luz de nuestro entendimiento para discernir lo que solo puede ser comprendido espiritualmente, aunque esto gener algunas molestias; oremos para experimentar su presencia transformadora.
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