El maravilloso libro de Qohélet finaliza con una invitación. La vida es breve, y pronto pasará: debemos aprovechar al máximo, por tanto, nuestra única oportunidad. "La vida breve", con sus desgracias y sus alegrías, sus éxitos y fracasos, resume de manera sucinta el contenido de Eclesiastés, y ha dado título a esta reflexión.
La frase es del genial compositor Manuel de Falla, que tituló así a su ópera de dos actos compuesta en 1905. Una melodía, cantada al principio por los herreros de Albaicín mientras realizan su arduo trabajo, resuena a través de La vida breve como leitmotiv:
¡Malhaya el hombre, malhaya, que nace con negro sino! ¡Malhaya quien nace yunque, en vez de nacer martillo!
Un duro refrán que contaría, sin duda, con la aprobación de Qohélet.
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