El Apocalipsis es un libro que debemos estudiar con gran atención. Estos escritos, que datan de hace veinte siglos, están, más que nunca, de actualidad. Fue en medio de un período de persecución cuando minuciosos escribas difundieron, con cuentagotas, este documento profético. El Apocalipsis no se pudo propagar rápidamente por falta de medios materiales para su transcripción, pero siempre ha estado ahí, dando testimonio de la voluntad de Dios de salvas a la humanidad.
Esta revelación era absolutamente necesaria para reactivar la frácil fe del hombre, El Apocalipsis lo alienta a perseverar para que sea un vencedor, y lo estimula a mantenerse firme. Es el espejo del futuro donde el hombre sincero ve reflejada su verdadera identidad.
La iglesia, la amada del Señor, aparece mencionada en múltiples ocasiones y escucha una llamada al arrepentimiento. El tema central de esta profecía es la descripción precisa del retorno glorioso de Jesucristo, así como de los acontecimientos que precederán, acompañarán y seguirán a ese regreso. Un estudio profundo del juicio de Dios con respecto a cada iglesia nos hará sensibles a la voluntad de Dios. La iglesia representa a esa Esposa que se prepara para recibir al Esposo: "Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente" Ap. 22:17
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