La presente obra es uno de los documentos claves de la teología confesional. Es la práctica de la Iglesia Luterana enseñar la adecuada distinción que existe entre la ley de Dios y el evangelio, y usar dicha diferenciación como principio hermenéutico para la lectura, interpretación, enseñanza, y predicación de la palabra de Dios. Los fundamentos para esta doctrina fueron establecidos primeramente por el DR. Martín Lutero, y reafirmados luego en el Libro de Concordia, específicamente en el artículo IV de la Apología de la Confesión de Augsburgo, y en el artículo V de la Fórmula de Concordia. Martín Lutero tenía en tal alta estima esta doctrina que dijo: "A quienquiera que conozca bien este arte de distinguir entre la ley y el evangelio, ponlo a la cabeza de todo y llámalo Doctor en las Sagradas Escrituras".
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