Estamos viviendo tiempos muy especiales, de crisis y cambios constantes que están afectando a la humanidad pero en medio de esta situación tan confusa e incierta sigue habiendo algo sin variaciones y que es lo único que puede ayudarnos a no sucumbir con el mundo ni ser engañados: La Palabra de Dios.
Dentro de esta palabra encontramos a su Autor, quien tampoco nunca ha cambiado y tiene para nosotros la dirección precisa para que no nos perdamos en el camino, aún en el camino cristiano.
También vivimos tiempos de engaño, en los que la mentira se infiltra disfrazada de verdad y luego destruye todo lo que puede, y aún los mismos cristianos experimentan este engaño cuando reciben ciertas tendencias y doctrinas sin analizarlas a la luz de la Palabra de Dios.
El pan sagrado es un llamado a volver a la dependencia de la Biblia, de la cuál nunca debimos alejarnos. Muchas consecuencias funestas podrían haberse evitado si ésto no hubiera sucedido y por ello debemos remediar nuestro futuro partiendo del fundamento de nunca ceder.
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