La mayoría de nosotros tenemos pródigos, puede ser un hijo, hermano, hermana, esposo, esposa o un amigo. El dolor que se experimenta por esos seres amados no tiene igual. Puede que nos hieran y nos decepcionen, pero por alguna razón no podemos dejar de amarlos ni tampoco vivir sus vidas.
Tu ser querido puede estar involucrado en un comportamiento autodestructivo, estar creciendo lejos de la familia, o aun estar asistiendo a la iglesia sentado allí con un corazón de piedra. El autor, Jeff Lucas, no nos ofrece promesas infalibles ni recetas fáciles para el éxito, pero sí nos ofrece mucha sinceridad y aliento. Este libro formula preguntas tan profundas como estas:
Lucas, que ha ayudado a iniciar un movimiento en el Reino Unido para crear iglesias amistosas con los pródigos, nos cuenta la realidad y los sólidos motivos de esperana que tienen los que han llorado y han orado por un pródigo, igual que lo has hecho tú.
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