Cuando estaba a punto de tirar la basura de la familia mientras disfrutábamos de unas vacaciones en una preciosa isla, Dios me habló. Podría haberme pasado desapercibido fácilmente, pero una voz interior me susurró: “¿Cómo crees que me sienta lo que le estás haciendo a mi mundo?”
Desde el día que Dios lo retó, Dave Bookless tiene una misión: compartir con otros el convincente caso bíblico del cuidado del planeta que Dios creó para su gloria y para el disfrute de todos.
Este no es otro libro acerca de cuestiones medioambientales cuyo objetivo es hacerte sentir culpable. Su mensaje es que hay esperanza. Dios puede recibir tus pequeños e insignificantes esfuerzos y multiplicarlos haciéndolos parte de su extraordinario plan.
Dave nos lleva directos al seno de su familia para mostrarnos que vivir de un modo sencillo, además de honrar a Dios, puede convertirse en una aventura de lo más emocionante.
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