Algunas mujeres piensan que el sexo es pecaminoso. Otras, en su búsqueda de aceptación, lo ven como una manera de complacer a sus esposos. Sin embargo, cuando la relación sexual se practica dentro del vínculo del matrimonio y esa unión se desarrolla siguiendo las directrices bíblicas, es una experiencia sublime, espiritual y placentera en la que ambos se esmeran por satisfacer las necesidades de su pareja y demostrarse su amor. Este libro parte de la base de que Dios creó la relación sexual en la que impera el amor entre dos vidas que se funden de manera emocional, espiritual y física. Con ese objetivo, considera una serie de temas que aclaran falsos conceptos y nos conducen a valorar ese regalo de Dios.
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