Los arquitectos de la revolución sexual cautivaron la imaginación popular porque conocían el poder que tienen los relatos. Reunieron ideologías nuevas y radicales, a menudo complejas y difíciles de asimilar, cohesionándolas en la estructura más sencilla de la narrativa. Lo que es más importante, forjaron narrativas que apelaban a los instintos morales de las personas ordinarias y de buena fe.
Esta visión moral acorraló a la iglesia y silenció a sus vacilantes apologistas. El autor sostiene que si los cristianos siguen creyendo que tienen buenas noticias dentro de la esfera de la ética sexual, tienen por delante dos grandes misiones.
Nuestra prioridad esencial es averiguar qué elementos han fracasado tan estrepitosamente, tanto en nuestra concepción de la Biblia, como de lo que esta enseña y en el modo en que hemos expuesto nuestra postura a los que no pertenecen a la iglesia.
Después hemos de ofrecer una historia mejor, que encienda nuestra imaginación con tanta fuerza que el mundo diga "quiero que esto sea cierto". Este libro proporciona una visión moral confiada, de raigambre bíblica, que debemos compartir con oración y con coraje.
Puedes leer el primer capítulo siguiendo este enlace
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