Algunas personas ven el trabajo social de la iglesia local como «el patito feo» de nuestra fe; como algo que se debe hacer pero que nadie quiere hacerlo. Aun más, hay quienes consideran que este tipo de ministerio no es necesario y que eltrabajo de ofrecer ayuda social le corresponde al gobierno y a otras agencias no gubernamentales pero nunca a la iglesia.
Por estas razones, en este libro presento las bases y los fundamentos necesarios para responder a estas formas de pensar y tratar de cambiar la percepción de que el objetivo de la iglesia es solamente espiritual, sin ninguna implicación social. De la misma manera, espero que las sugerencias y métodos aquí presentados sean útiles para desarrollar ministerios de acción social que sirvan para aliviar las necesidades y sufrimientos de nuestro pueblo hispano y de la gente pobre y vulnerable que se encuentra en las comunidades a las cuales ministramos.
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