¿Puede ser usted una Ester, un José, un Daniel o una Débora de nuestros tiempos?
Para ayudar a dar a luz a las promesas, planes y propósitos de Dios no alcanza con "pararnos sobre las promesas", como dice un conocido himno. Debemos aprender a arrodillarnos en oración de intercesión y orar las promesas de Dios de vuelta a Él.
En estas páginas conocerá el corazón de Dios por la oración y lo profético, su corazón por su pueblo, Israel, cómo elevar un clamor por misericordia y cómo llamar a la intervención de Dios. Que la intercesión profética lo consuma con una visión por cambiar la historia.
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