Haciendo uso de un lenguaje poético sin igual, Cantar de los Cantares explora toda la variedad de emociones que experimentan los dos amantes al desarrollar su compromiso mutuo, que se consuma en el matrimonio. La poderosa y desenfadada afirmación de amor, lealtad y sexualidad terrenal hoy en día, cuando el erotismo comercializado está de moda, pero la permanencia en las relaciones no.
Tom Gledhill defiende que la belleza, la intimidad y la consumación sexual se deben celebrar, pero no son fines en sí mismos. Más bien apuntan a otro mundo, a otra dimensión, la cual solamente se percibe ocasionalmente y de forma débil. Dios ha elegido el amor entre un hombre y una mujer como imagen de su amor a su pueblo.
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