El deseo expreso del autor de este libro es identificar los tres campos de batalla (la familia, la iglesia, las naciones), señalar las armas que Dios nos ha dado y puntualizar la forma en que hemos de tomar las fortalezas que el ejercito de las tinieblas ha edificado a través de los siglos. Derribemos fortalezas preparar a la iglesia en Latinoamérica para el llamado de Dios. ¡Es hora de levantarnos y triunfar!
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