Su descubrimiento comenzó como un simple experimento. Cada vez que recibiera una bendición, daría una similar a cambio. Si alguien, por ejemplo, le hacía un cumplido o le daba un regalo o se desviaba de su camino par aayudarlo, él devolvería el favor haciendo algo parecido por otra persona.
Compartimos la bendición cuando bendecimos a otros de la misma manera en que Dios lo hace con nosotros. Así es como duplicamos su favor. Hace que el dar se vuelva un juego, ¡uno en el que no podemos ganar porque Dios siempre nos da más! Es una antigua verdad que se encuentra en el pacto abrahámico: "Te bendeciré y serás de bendición".
En un tiempo en el que esta idea se ha reducido a una mera etiqueta (#bendecido), Batterson desafía a los lectores a buscar la verdad, la bendición que glorifica a Dios, y así participar del milagro multiplicador de la generosidad que puede cambiar el mundo.
No te conformes con la mitad de lo que Dios te ofrece. Descubre cómo puedes dar y recibir en Doble bendición.
0
0 opiniones