Es mucho más fácil formar a un niño que reparar a un adulto.
La educación de los hijos es difícil, y la vida de hoy es atareada. Crear una mentalidad del reino en su hogar puede sonar como más de lo que puede manejar. Pero si empieza con lo básico y comienza hoy, ¡Usted puede producir beneficios que durarán toda una vida!
Educar hijos que reconozcan y retengan su identidad como hijos del Rey emprende a adultos saludables que tienen la capacidad de mantenerse firmes en su fe. Es por eso que, con sabiduría y gracia, el autor ofrece paso a paso estrategias prácticas para:
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