Su concepto de la vida cristiana respira un activismo netamente bíblico. Para Ryle, el verdadero cristiano no puede armonizarse con una noción estática de la fe, sino que, por lo contrario, la vida espiritual que se recibe con el nuevo nacimiento es como una fuerza impulsadora que pone a todas las facultades de la persona salva en acción constante. Asi como el movimiento es manifestación de un principio de vida, la actividad en los senderos de la santidad es evidencia de una genuina vida espiritual en Cristo.
El enfoque que tiene Juan Carlos Ryle en este libro es de presentar un reto y estímulo al creyente a vivir la vida abundante recibida en el nuevo nacimiento. ¡Es un llamado vivir!
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