Vivimos en tiempos sumamente complejos y críticos; tiempos en que la iglesia es desafiada a demostrar, en su vida y misión, una espiritualidad integral. La complejidad de la sociedad y el misterio de la iniquidad requieren la extensión de una espiritualidad tradicional (contemplativa) a una que esté enraizada en la revelación bíblica y tome en serio la dimensión social del evangelio (apostólica). Eso es lo que Stephen Mott nos ofrece en esta obra de ética social. Se trata de una teología bíblica sólido sobre el papel de la iglesia en la sociedad.
Por un lado, brilla por su fidelidad a los mejores cánones de interpretación bíblica. Por otro lado, interpreta las Escrituras con conocimiento de las categorías sociológicas, económicas y éticas que se emplean en otros campos para entender las estructuras y conflictos socioeconómicos. Las reflexiones interdisciplinarias sobre el mal, la gracia divina, el amor, la justicia y otros temas están orientadas al discernimiento del perfil de la obediencia cristiana en el mundo contemporáneo.
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