Somos testigos de la destrucción metódica de la fibra moral de nuestra sociedad, evidenciada, entre otras, por el desmoronamiento del hogar y la pérdida de los valores eternos. Las tradiciones del pasado se han debilitado, han perdido su valor y autoridad y en algunos casos, han desaparecido. En otras palabras, el hogar contemporáneo secular es una nave a la deriva en alta mar.
En medio de la desintegración moral de la civilización occidental, el hogar auténticamente cristiano cobra mayor significado como faro de luz. La familia cristiana no significa un hogar perfecto (¡no existe!), ni un hogar sin desafíos. Pero lo qe significa es una familia que lucha por integrar los valores bíblicos dentro del meollo de la realidad familiar en nuestro contexto contemporáneo.
Con un estilo ameno y a veces emotivo, los autores responden a esta situación expresando lo que podría significar una familia auténticamente cristiana.
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