Una manifestación suprema del Espíritu Santo en la vida de una familia. ¡Una Biblia… una fe… un pueblo…!
¿Qué les vas a dejar a tus hijos como herencia? Muchos son los que se preocupan por el mañana. Muchos son los que tratan a toda costa de amasar grandes fortunas para darles un gran porvenir a sus hijos. Entonces, cuando no lo logran, se frustran. Olvidan que la vida en esta tierra se va como una suave brisa de verano. ¿Y despues? ¿Qué van a hacer después?
Por lo tanto, no importa si tus hijos tienen grandes riquezas. No importa si tus hijos tienen las mejores ropas. No importa si tus hijos tienen manjares deliciosos... Lo que importa es que tu hijo tenga bienes espirituales por haber confiado en Dios y aceptado a Cristo como su Salvador.
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