Los buenos pastores oran pidiendo ayuda del Espíritu Santo en la preparación de sermones bíblicos que suministren suficiente alimento a las ovejas de Dios. Además, ellos esperan que el Espíritu obre en el corazón de los oyentes para que reciban eficazmente la Palabra predicada. Pero ¿son estas las únicas maneras en que los predicadores deben depender del Espíritu en su predicación? En este libro, Albert N. Martin les recuerda a los ministros del evangelio que tienen que depender del Espíritu Santo mientras que proclaman la Palabra de Dios. Él explica la necesidad de la agencia [obra] y de las operaciones del Espíritu Santo; describe sus manifestaciones específicas; y trata sobre las maneras en que Su obra se restringe o se disminuye. He aquí un llamado profético a depender de Dios en el mismo acto de proclamar Su Palabra.
"Este predicador dotado, conocido desde hace mucho tiempo por sus propias exposiciones apasionadas, nos ha provisto de este libro perspicaz, que detalla las marcas distintivas de una predicación vigorizada por el Espíritu. En años recientes, ha habido un interés renovado por la predicación expositiva, pero en muchos casos este interés ha producido poco más que una forma de disertación seca, sin vida, insulsa. Sin embargo, la verdadera predicación es muy diferente, arguye Martin. La predicación investida con poder por el Espíritu es entregada a los oyentes con una perspicacia penetrante, con afectos ensanchados, con una certeza más profunda, y con un celo ferviente. Todo predicador debe leer este libro periódicamente, el sábado por la noche, antes de subir al púlpito el domingo por la mañana."
Steven J. Lawson, Pastor decano
Christ Fellowship Baptist Church, Mobile, Alabama (EE.UU.
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