Nuestra necesidad máxima es ser reconocidos, ser vistos, amados e insertos en relaciones enriquecedoras con las personas que nos rodean. Pero durante el último siglo hemos desplazado esa necesidad debido a la comodidad de la tecnología. Hemos soñado con el dominio sin relación (lo que el mundo premoderno llamaba "magia") y en la abundancia sin dependencia (lo que Jesús llamó "Mammón"). Sin embargo, incluso antes de que una pandemia interrumpiese esa búsqueda, nos sentíamos amenazados y extrañamente fuera de lugar: solitarios, ansiosos, aburridos en medio de incontables opciones, desconectados en medio de conexiones infinitas.
Andy Crouch nos enseña cómo nos ha seducido el espejismo del progreso humano y cómo cada uno de nosotros puede oponerse a esa tendencia. El autor toca desde las innovaciones sociales del movimiento cristiano primitivo hasta los esfuerzos de los emprendedores que se dedican a crear tecnología más humana. Crouch nos muestra cómo podemos restaurar la genuina comunidad y colocar a las personas en primer lugar, en un mundo dominado por el dinero, el poder y los dispositivos.
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