Las personas que progresan son, al mismo tiempo, fuertes y débiles.
Existen dos tentaciones comunes que nos impiden disfrutar de una vida plena: acomodarnos por miedo a perder la seguridad o aferrarnos a cualquier forma de poder. El verdadero crecimiento, según Andy Crouch, se halla al recorrer un camino por el que debemos actuar tanto con vulnerabilidad como con fortaleza.
Esta inusual pareja de actitudes se hace visible en los líderes más sobresalientes, pues son personas que usan su autoridad para el beneficio de otros y también muestran una voluntad enorme para encarar y superar las etapas de sufrimiento. El mayor ejemplo es Jesús, quien, aun teniendo un poder inimaginable, se expuso al hambre, al ridículo, a la tortura y a la muerte. Lejos de ser opuestos, la fortaleza y la vulnerabilidad deben practicarse conjuntamente en cada vida individual y en toda comunidad. Solo cuando las unimos podemos experimentar en todo su esplendor el florecimiento para el cual hemos sido creados.
Andy Crouch, conocido por su manera característica de analizar los hechos, de contar historias, y su forma de presentar la realidad con un toque de esperanza, nos muestra cómo andar por este camino de modo que podamos reflejar la imagen de Dios a través de nosotros. No solo para nuestro propio florecimiento, sino también por amor a los demás.
Puedes leer el primer capítulo del libro siguiendo este enlace.
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