¡El Reino de Dios viene como un diluvio!
En una de las épocas más malignas de la historia, Jesucristo tuvo la audacia de enseñarles a sus discípulos una oración tan impactante que aún hoy desafía a la razón del hombre.¡El Reino de Dios viene como un diluvio!
En una de las épocas más malignas de la historia, Jesucristo tuvo la audacia de enseñarles a sus discípulos una oración tan impactante que aún hoy desafía a la razón del hombre.
Jesús se volvió a su ejército de guerreros espirituales y les dijo: “Oren para que el Reino de mi Padre venga, y que su voluntad sea hecha en la Tierra así como en el cielo”.
¿Es este un deseo? ¿Es una creencia “demasiado buena para ser cierta” solo para hacer que la gente sufriente se sienta un poco mejor? ¿Pretendía el Señor que su oración sea hecha por un incalculable número de personas pero que solo sea respondida para unos pocos en algún momento de la eternidad? ¿Qué tiene que ver la oración de Jesús, hecha hace más de dos mil años, con nuestro mundo de hoy que padece cada vez más crisis y calamidades? ¿Es posible que las palabras que el Señor nos enseñó puedan responder a las siguientes preguntas:
* ¿Nuestro mundo está en decadencia o evoluciona?
* ¿Las crisis globales representan el principio del fin?
* ¿Triunfará el mal sobre el bien?
* ¿Avanzamos rápidamente hacia la destrucción?
Lluvia abundante desentierra los milenarios misterios de la oración de Jesús para darnos respuestas y para preparar a la Iglesia para una revolución que transformará cada nación de la Tierra.
Jesús se volvió a su ejército de guerreros espirituales y les dijo: “Oren para que el Reino de mi Padre venga, y que su voluntad sea hecha en la Tierra así como en el cielo”.
¿Es este un deseo? ¿Es una creencia “demasiado buena para ser cierta” solo para hacer que la gente sufriente se sienta un poco mejor? ¿Pretendía el Señor que su oración sea hecha por un incalculable número de personas pero que solo sea respondida para unos pocos en algún momento de la eternidad? ¿Qué tiene que ver la oración de Jesús, hecha hace más de dos mil años, con nuestro mundo de hoy que padece cada vez más crisis y calamidades? ¿Es posible que las palabras que el Señor nos enseñó puedan responder a las siguientes preguntas:
* ¿Nuestro mundo está en decadencia o evoluciona?
* ¿Las crisis globales representan el principio del fin?
* ¿Triunfará el mal sobre el bien?
* ¿Avanzamos rápidamente hacia la destrucción?
Lluvia abundante desentierra los milenarios misterios de la oración de Jesús para darnos respuestas y para preparar a la Iglesia para una revolución que transformará cada nación de la Tierra.
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