Ya no tienes que simular. No debes esforzarte por hacerlo todo bien. No necesitas luchar para demostrar a los demás quién eres.
No estás sola.
¿Estás tratando de estar a la altura de lo que se espera de ti, y aun así sientes que estás perdiendo la batalla?
La autora comprende la lucha diaria que muchas libramos con el temor de no ser capaces. También nos invita a participar de una experiencia diferente, en la que nuestra alma desborda de contentamiento y gozo.
A medida que te sumerjas en la verdad refrescante de la vida que Jesús te ofrece, una vida abundante, experimentarás la gozosa libertad de quienes descubren lo que Dios puede hacer a través de un alma completamente enamorada de Él.
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