¡Puedes vivir la pureza sexual en medio de un mundo impuro!
El mundo moderno se debate en cómo llamar a este enemigo. Entre sus múltiples nombres, lo llaman lujuria sexual, adicción sexual, hipersexualidad, sexo compulsivo o sexo sin control. Dejando a un lado el debate de nombres, este libro busca abrirnos los ojos a una realidad inescapable: lalujuria sexual, o el apetito descontrolado por un sexo apartado de todo valor moral y del diseño de Dios, se ha infiltrado en la familia y en la iglesia.
Narrando experiencias de su infancia, el autor nos invita a su pasado, a fin de regresar con el lector al momento cuando a los cinco años de edad le lanzaron al ruedo de la corrupción sexual al sufrir las embestidas del abuso sexual. En su lucha por descifrar los problemas que encaró al vivir una sexualidad torcida, el autor nos habla de su caminar de restauración y lo que Dios hizo en su vida para desenmascarar, enfrentar y vencer a este implacable enemigo.
Mediante una mezcla de veinticuatro historias vivenciales y ochocientos argumentos de pureza, el autor viene a exortarnos, a convencernos, para que vivamos una vida pura en medio de un mundo esclavizado por el sexo.
Este libro no es solo para los que viven atados a la lujuria sexual. También lo es para hombres y mujeres que desean conocer más sobre cómo este enemigo se manifiesta y puede atacar a nuestros seres queridos, así como lo que podemos hacer para defendernos y defender nuestras familias. Si eres un familiar, un líder, un pastor o un consejero que trabaja con personas que sufren los embates de la atadura sexual, este libro será un valioso recurso de consuelo, ayuda y referencia.
Edwin Bello es graduado en Economía de la Universidad de Georgetown, Washington DC. Además, obtuvo un Doctorado en Derecho magna cum laude de la Escuela de Derecho de la Universidad Interamericana. Ejerció la abogacía en Puerto Rivo por 25 años, especializándose en Derecho comercial. En el año 2008 fundó el ministerio "Hombres de Valor, Hombres de Verdad", donde sirve junto a su esposa, Solimar, para llevar una palabra de esperanza y libertad a multitudes de hombres, matrimonios y jóvenes que han sufrido embates de la lujuria sexual.
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