Con un lenguaje singular, el Dr. Abraham Kuruvilla (dermatólogo en activo y profesor de seminario) describe la tarea del predicador como la de un guía o cicerone de museo que explica obras de arte a visitantes. Ofrece una perspectiva desafiante sobre la preparación del mensaje expositivo, enfatizando una "teología de perícopa" (se refiere a un pasaje bíblico apto para leer en el culto). Plantea que acertar en la aplicación de la Escritura depende de la pragmática más que de la semántica: no se trata tanto de lo que dice el pasaje sino de lo que el autor pretende conseguir con él.
Con una terminología novedosa - perícopa, enfoque dividido, predicación cristoicónica y mapeo del texto - insiste en el esfuerzo por desentrañar la porción bíblica directamente, antes de echar mano de comentarios. En todo ello, solo la vida espiritual del predicador le permite actuar como portavoz de Dios.
La lectura es amena, el argumento original y útiles los consejos sobre el uso de medios digitales. Es un libro altamente recomendable para toda persona que quiera avanzar en la exposición diligente de la Palabra de Dios.
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