¿Te cuesta creer que el Creador tiene tu nombre en Su corazón y en Sus labios? ¿No te has dado cuenta de que tu nombre está grabado en la mano de Dios (Is. 49:16)? Tal vez nunca has visto que tu nombre sea honrado, y no recuerdas que alguna vez lo hayan pronunciado con dulzura. En este libro, Lucado ofrece la inspiración para creer que Dios ya compró el boleto que lleva tu nombre.
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