Todo lo que le interesa a Cadi Forbes es encontrar al único hombre que la puede liberar del pecado que la atormenta día y noche . . . el pecado que le ha robado el amor de su madre y que la hace desear poder abandonar esta vida y su terrible justicia.
Ella sabe que está prohibido, que el hacerlo le acarreará maldiciones, pero algo muy dentro e instintivo la impulsa, contra todo razonamiento, a encontrar al “Devorador de Pecados.”
Antes de culminar sus peregrinajes, Cadi y el Devorador de Pecados tendrán que enfrentarse a sí mismos, el uno al otro y cada uno con Aquel que exigirá todo de ellos a cambio de las respuestas que anhelan.
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