¿Somos la iglesia que Jesús diseñó, tal como dice su palabra?
¿No estamos seguros de las respuestas? Este libro propone algo inquietante: Que la mayor parte de aquello que los cristianos de la actualidad llevan a cabo cada domingo en la iglesia, no está arraigado en el nuevo testamento, sino en la cultura pagana y en rituales que se desarrollaron mucho tiempo después de la muerte de los apóstoles. Los autores Frank Viola y George Barna apoyan su tesis con evidencias históricas contundentes y con las extensas notas al pie de página que documentan los orígenes de nuestras modernas prácticas eclesiales cristianas.
En este proceso, los autores revelan problemas que emergen cuando la iglesia funciona más como una organización comercial, que como un organismo vivo, alejándose de aquello para lo que fue creada. Al reconsiderar el plan revolucionario de Cristo para su iglesia (ser él la cabeza de un cuerpo en pleno funcionamiento en el que todos los creyentes juegan un papel activo) enfrentamos el desafío de tener que decidir si es que podemos seguir llevando adelante la iglesia de esa manera.
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