Muchos creen que el llamado de Dios a la santidad es una imposibilidad. Ciertametne es imposible alcanzar la santidad con nuestras propias fuerzas, pero Dios, a través de Cristo, ha abierto un camino mediante el cual podemos alcanzarla.
El hombre no puede cambiarse a sí mismo, pero cuando rinde su voluntad a Dios, Él lo aparta del pecado y el Espíritu Santo comienza a cambiar su carácter.
La naturaleza divina es amor por la justicia y odio al pecado.
Esta obra, que sólo Dios puede hacer en el hombre, y no el hombre por su propio esfuerzo, es conocida como "santificación". El propósito de este libro es que conforme vayamos creciendo en santidad, amemos y admiremos más la belleza de Su santidad y anhelemos ser como Él es.
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