Toda enfermedad directa o indirectamente, viene del diablo y no de Dios. ¿Estás enfermo? Satanás te ha enfermado, y no Dios que es amor y misericordia. Cristo dijo: "El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10).
La ciencia sana mediante el uso de drogas, medicamentos diversos, intervenciones quirúrgicas y otros medios que han tenido éxito en multitud de ocasiones. Dios sana mediante el poder omnipotente del Espíritu Santo, creando todo nuevo. Lea en este libro gloriosos testimonios que hablan de ese poder sanador y de cómo Dios responde a los que esperan en Él. Su fe se agigantará a trabés de la lectura de este libro, inspirado por el Espíritu de Dios para llevar consuelo a millares que están sumidos en la desesperación de una enfermedad. Cuando nadie puede, Dios está disponible. Con Él todo es posible. Si la ciencia te ha desahuciado, ven a Cristo y cree que en la cruz Él llevó toda dolencia y toda enfermedad. "¡Y por su llaga fuimos nosotros curados!I"
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