Podemos saber mucho de una persona por la forma en que muere
En la última semana de su vida, Jesús mira a propósito hacia Jerusalén y hacia una muerte segura. Esta no es una semana cualquiera. Incluso, los ángeles guardan silencio mientras reflexionan sobre los últimos días de Jesucristo.
Este no es un simple paseo. Jesús no conversa. No se detiene. Está en su viaje final.
Camina con determinación hacia la ciudad santa, enfadado en el templo, cansado en Getsemaní, con dolo hacia la Vía Dolorosa. Y, de manera poderosa, sale de la tumba vacía.
Max Lucado nos invita a seguir a Jesús en su viaje final. Puesto que al observar el suyo, podemos aprender cómo hacer el nuestro, así como tambiénb lo que le importa a Dios.
Incluye guía para el lector
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