Regresa a casa, hay esperanza
Christopher Yuan, hijo de inmigrantes chinos, descubrió a una muy temprana edad que era diferente. Se sintió atraído por otros varones. A medida que crecía hasta la edad adulta, su madre, Angela, tenía la esperanza de poder controlar la situación. En lugar de esto, encontró que su hijo y su vida estaban fuera de control y sus propios demonios personales estaban determinados a derrotarla.
Años de angustia, confusión, y oración continuaron antes de que los Yuans encontraran un lugar donde entregarse completamente, lo cual es el deseo de Dios para todas las familias. Su increíble historia, contada desde la perspectiva de la madre y el hijo, ofrece esperanza para cualquier persona afectada por la homosexualidad.
Dios llama a todos los que están perdidos para regresar a casa con Él. Ya no vivo yo habla a los pródigos, los padres de los hijos pródigos, y aquellos que quieran servir a la comunidad gay.
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