Mientras haya hombres y mujeres dispuestos a entregar la vida por amor al evangelio, ninguna nación será inaccesible. Adoniram Judson - primer misionero estadounidense en el extranjero - anhelaba llevar las Buenas Nuevas de salvación a la sombría tierra de Birmania. Su anhelo se vio cumplido, pero a qué precio. Adoniram sobrevivió a la inanición, al encarcelamiento y a la tortura - tanto en tierra firme como en alta mar - para acabar siendo testigo de la muerte de sus seres queridos.
A pesar de la aflicción y la depresión, Adoniram Judson completó la que hasta el día de hoy continua siendo la única traducción de la Biblia al idioma birmano. Fue - junto con su primera esposa, Ann - la chispa que propagó el fuego del evangelio por toda Birmania. Su indiscutible amor por el pueblo birmano constituye un ejemplo irresistible e inquebrantable de dedicación y sacrifico.
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