Historias verídicas y conmovedoras de hombres y mujeres que respondieron al llamado de Dios.
Nate Saint (1923 - 1956)
Cuando tenía 7 años. Nate Saint contempló fascinado la cabina del biplano Challenger de su hermano mayor Sam. A sus pies, a manera de gigantesco mantel, se extendían las tierras del este de Pennsylvania. Nate quería retener en la memoria cada instante de su primera aventura en el aire.
El mundo de la aviación cautivó pronto su corazón. Su trabajo entre los misioneros ubicados en las selvas de Suramérica abrió una senda que concluría con un último vuelo a la pista de aterrizaje de la "Playa de las palmeras", en la jungla ecuatoriana.
El ejemplo de su vida abrió la puerta del evangelio de Cristo - hasta entonces cerrada - para el pueblo Auca. Se ha dicho también que tal vez sea el acontecimiento del siglo XX que más corazones ha despertado para el llamado misionero.
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