Quizá no lo haya dicho en voz alta recientemente, pero es probable que haya formado las palabras en las profundidades silenciosas de su alma: ¡Aliéntame, por favor!
Tal vez no haya detenido a nadie en la calle y le haya dicho precisamente esa frase. Pero si alguien suficientemente interesado lo observa detenidamente... encontraría las palabras escritas en su frente arrugada, en sus hombros caídos, en el ruego de sus ojos. Oiría el eco de sus palabras en sus comentarios desprevenidos y en el desahogo de sus suspiros.
Si se siente cansado, tambaleante y desalentado, ¡cobre ánimo! El Señor Dios puede levantarlo y lo hará. No hay abismo tan profundo del que él no pueda sacarlo. No hay valle tan oscuro en el que su luz no pueda penetrar. Él usará las verdades de estas páginas para traerle de nuevo el ingrediente que se ha escapado de su vida: el aliento
Charles R. Swindoll Notable autor y predicador es conocido internacionalmente por medio de un ministerio radial y literario. Él y su esposa Cynthia residen con sus hijos en Fullerton, California.
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