Esta obra combina y globaliza sabiamente distintos enfoques de la vida humana. Indudablemente ayudará a que las personas que se ocupan del cuidado y asesoramiento pastoral trabajen con una visión integradora y una clara comprensión de su papel. Para el autor, el foco del trabajo pastoral está puesto en el crecimiento, la madurez y el desarrollo de la persona como una totalidad físico-psíquico-espiritual-social, y esta imagen de totalidad debe impregnar toda acción pastoral. Su reflexión está orientada hacia la práctica. Su lenguaje es sencillo, aun cuando plantea cuestiones de indudable profundidad. Todo esto demuestra una vasta experiencia pastoral, profesional y docente que él comparte sin temor de hacerse vulnerable.
El Dr. Clinebell tiene claro que el crecimiento del ser humano (una manera secular de hablar de la conversión) debe producirse por medio de todo el ministerio de la iglesia. Por lo tanto, desde el ángulo de su visión la psicología y la teología pastoral deben iluminar todo lo que la Iglesia hace. Dentro de esta visión integral se dibuja la identidad de la función pastoral, que permite trabajar en diálogo y paridad con otros terapeutas y ofrecer las grandes síntesis que, finalmente, tiene que ver con la integridad, la espiritualidad y la ética.
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